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INFO
- FECHA: 22-09-2020
- LUGAR: Seul
PAÍS DE ORIGEN
Corea del Sur
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La chica del piso veintidos
Alessandra de Seúl, Corea del Sur
Hay cosas como la humedad en una playa frente al mar tempestuoso, una mezcla perfecta de agua y sal, que se adhiere a ti hasta que penetra en todos los poros de tu piel. Lentamente, mientras experimentamos un sentimiento de molestia mezclado con aceptación hacia ellos, esas cosas envuelven momentos, horas, días, años que hemos elegido empacar y llevar por el mundo. Lo hacen como capas de embalaje para objetos frágiles en un intento por preservarlos. Son lugares, olores, sonidos, imágenes. Es el cielo gris, o mejor dicho no, la humedad a la salida de la estación de Gongdeok, que es la más alejada de la playa, lo que el 28 de julio de 2017 se me pegó. Es la llegada a un nuevo lugar al que llamar hogar: ¡Seúl!
Mi vida en corea
Siempre he vivido en el segundo o tercer piso de edificios que tenían como máximo seis. Desde alturas de nueve a diez metros, las personas no aparecen siluetas, sino personas; los coches no parecen estar en pistas modelo, sino en carreteras; los parques y avenidas no parecen pueblos para gnomos, sino pulmones verdes donde juegan, se relajan y pasean esas personas que no parecen siluetas. Los edificios circundantes, obstáculo a la vista horizontal, estimulan la imaginación llevándonos a imaginar los espacios más allá de ellos, que luego resultan totalmente diferentes de lo esperado cuando se cruzan por primera vez.
La vida en el piso veintidós, en cambio, favorece la vista horizontal más que la vertical. La mayoría de los otros edificios ya no son un obstáculo para la vista, sino una ayuda para trazar el camino para llegar al horizonte. El que está más cerca en la línea de visión es menos distinguible, mientras que el que está más lejos es mucho más nítido.
La vida en el piso veintidós se convirtió de inmediato en el símbolo de mi vida asiática, una oportunidad para abrirme a nuevas perspectivas y ver con el corazón y la mente, no solo con los ojos, lo que percibimos como extremadamente distante de nosotros, de nuestros valores, de nuestro vivir.
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Quién soy
Siempre con cámara en mano, me gusta contar sobre los lugares y personas que les pertenecen a través de la luz que absorben y reflejan. Mi boca no puede contener el entusiasmo de mi mente por lo que observan mis ojos y la cámara lo congela en la memoria.
Busco constantemente la “belleza”: en los lugares, en las experiencias y sobre todo en las personas. Curiosa por naturaleza, a menudo he encontrado lo «bello» en lo «diferente», un don que me permite fomentar la empatía y la tolerancia.
Como diría un querido amigo mío apasionado por la astrología, en mí la precisión de Virgo se combina con la parte placentera del Cerdo (en mi horóscopo chino), la organización con la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones. Esta mezcla contribuye a hacerme una persona alegre y una buena compañía, sobre todo alrededor de una buena mesa llena de delicias del mundo.
¿Mi día a día? De formación científica, he vivido en varios países. Actualmente estoy involucrada en la diplomacia científica en Corea del Sur
Puedes ver mis fotos en flickr haciendo clic aquí.
